La planificación urbana en Chile y el mundo enfrenta desafíos complejos y multifacéticos. Este proceso de toma de decisiones, principalmente público, requiere una comprensión profunda y precisa del estado de la ciudad, las características demográficas, las necesidades de la población y sus expectativas. Aquí es donde la ciencia de datos emerge como una herramienta crucial, ofreciendo la capacidad de analizar y sintetizar grandes volúmenes de datos cuantitativos y cualitativos. Este artículo explora cómo la ciencia de datos puede transformar la planificación urbana, promoviendo una toma de decisiones informada y ética, y sobre todo eliminando mitos impuestos por ciertos actores.
La ciencia de datos permite una evaluación integral del entorno urbano. A través del análisis de datos cuantitativos (por ejemplo, censos de población, datos de tránsito y uso del suelo) y cualitativos (como encuestas de opinión, comentarios en redes sociales y procesos específicos de participación ciudadana), los y las urbanistas pueden obtener una visión holística de la ciudad. Esta dualidad de datos es esencial para identificar patrones y tendencias que no son evidentes a simple vista.
Uno de los beneficios más significativos de la ciencia de datos es su capacidad para desmitificar suposiciones erróneas que a menudo influyen en la planificación urbana. Los gremios inmobiliarios y los intereses comerciales, en ocasiones, promueven narrativas que no siempre reflejan la realidad y cuidan el bien común de la ciudad.
A través del análisis riguroso de datos, es posible confrontar estas narrativas con evidencia concreta, promoviendo decisiones que beneficien a la totalidad de la población y no solo a sectores específicos.
No obstante, tambien es importante considerar que la Ciencia de Datos no carece de dificultades y sesgos dependiendo de como y quien desarrolle los análisis de los datos. Es por esto que es importante empezar a conocer algunos conceptos clave relacionados con esta disciplina.
El uso de la ciencia de datos en la planificación urbana debe ser guiado por principios éticos robustos. La privacidad de los datos personales y la transparencia en el uso de la información son fundamentales. Asimismo, asegurarse que los datos y los análisis no tengan sesgos que discriminen a ciertos grupos tambien es relevante. Los y las urbanistas deben asegurar que los datos utilizados no vulneren la privacidad de los individuos y que cualquier análisis sea transparente y accesible para el público.
La gobernanza de datos se refiere al conjunto de políticas y prácticas que regulan el manejo de la información. En el contexto urbano, esto implica establecer marcos claros para la recopilación, almacenamiento y uso de datos, garantizando que estos procesos sean justos y equitativos. La participación ciudadana en la creación de estos marcos es crucial para asegurar que las decisiones reflejen las necesidades y expectativas de la comunidad.
La ciencia de datos ofrece un potencial significativo para transformar la planificación urbana. A través del análisis detallado de datos cuantitativos y cualitativos, es posible mejorar la precisión y efectividad de las decisiones urbanas, eliminar mitos impulsados por intereses particulares y promover una planificación más equitativa y transparente. Sin embargo, para aprovechar plenamente estos beneficios, es esencial adoptar enfoques éticos y establecer una gobernanza sólida de los datos. Solo así se puede asegurar que la planificación urbana contribuya al bienestar común y refleje verdaderamente las necesidades de la población.
En esta sección, ofrecemos una colección de artículos y análisis que reflejan nuestra visión sobre la planificación urbana y el desarrollo de ciudades y barrios. Nos proponemos crear un espacio dinámico para explorar y debatir los temas más actuales y emergentes del sector.
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